¡Bien Venido!
¡Bien venido!
Te invito a compartir unos momentos de soledad en el desierto.
Sumérgete en su quietud mientras preparas tu vuelo
domingo, 24 de enero de 2021
lunes, 23 de marzo de 2020
PENSAMIENTOS DESHILACHADOS
Marzo del 2020
Llegó el jinete a este país.
¿Nos lo creíamos?: NO
Hablamos del virus como de un enemigo bélico.
Cantamos "Resistiré" como si el virus entendiese lo que decimos, y el órdago que con ello le echamos... ¡¡Qué ilusos fanfarrones!!
¿De qué nos sirven los cañones? ¿Pretendemos matarlo así, a cañonazos?
¿De qué nos sirven las bombas atómicas? ¿Inyectaremos neutrones por vena a los infectados?
¿De dónde viene ese mal?
¿De qué Hades ha llegado no dejándonos adorar a nuestros dioses, privándonos del consuelo de un abrazo, impidiéndonos enterrar a nuestros muertos?
Le cantamos ¿para decirle que somos más listos que él?
¡¡Qué absurdo!!
No tiene oído. No tiene ojos, ni boca.
No tiene ALMA
Cantamos, para seguir el refrán;"QUIEN CANTA, SU MAL ESPANTA"
Aplaudimos, bajo disfraz de agradecimiento, para decirle que tenemos quien de él nos defiende.
Somos impotentes gigantes contra un diminuto enemigo.
Peleamos contra lo que no vemos palmoteando en el aire.
No llega ni a la categoría de microbio porque es aún más pequeño.
Estamos asustados. Todos. Ricos y pobres. Escondidos todos en nuestras casas.
Pero ni la puerta mejor blindada lo detiene.
Es una sombra negra que mata enrollándose a nuestro cuello, como una serpiente.
Ningún ejército con armas puede con él.
Sólo un ejército de cerebros bien equipados de sabiduría será capaz de acabar con él.
Los ejércitos, mientras, dejando su inútil armamento, ha de dedicarse a limpiar y a ejercer de enterradores.
Mueren ancianos, dejando lelos a los hijos, a los cuales les ha sido prohibido ir a verlos para no ser infectados. Ahora...¿pesa haberse sentido incómodo por la obligación de ir a visitarlos a las residencias, o por tenerlos que "aguantar" en casa?
Los niños, sobreviven. Son intocables.
Ahora hemos de estar con ellos porque no lo impone un virus. ¡Cuántos preferirían ir al trabajo antes que seguir "encerrados" con ellos.
Estrecharíamos incluso la mano de nuestro peor enemigo.
Las guerras han hecho un alto temporal
Gastamos menos y hemos aprendido a hacer nuestro pan.
Todo se ha parado
Todo lo ha parado
Todo lo ha parado un algo de 0,6 micrómetros
Olvido
24 Marzo 2020
miércoles, 24 de enero de 2018
La otra Utopía II
PARTE II
PASEANDO POR LA CIUDAD
Acabé a duras penas
el pincho de tortilla y el café. Un nudo tenía en la garganta que no me dejaba
tragar con facilidad. El camarero se había retirado ha sus quehaceres
para dejarme "espacio"...
¡¡¡Espacio......qué locura!!! Tenía que ser una broma, un sueño, ¡¡una pesadilla!! Seguro que había tenido un accidente y esto era una especie de delirio. ¡¡Eso es!! He tenido un accidente. Cuando despierte de esto tendré cosas que contar para reirnos un rato familia y amigos. ¡¡Qué barbaridad!!😧
Acabé el brebaje relajante y al cabo de unos momentos vino mi potencial guía turístico.
Me encontró más relajado, especialmente porque ya había aceptado que estaba viviendo algo relacionado con un traumatismo agudo por el accidente de coche.
- ¡Vaya!, qué sonriente y tranquilo te encuentro. ¿A que te ha dado buen resultado la infusión? Son una hierbas estupendas; las cultivo yo mismo en mi jardín. ¡Ea!, vayámonos a dar esa vuelta por el lugar.
Como si en una nube flotase comencé a caminar. Me sentía incluso algo ido, adormilado. Notaba que tuviese un gesto tontamente sonriente. Caminábamos a la par.
- Y... ¿cómo se supone que se llama este "pla-ne-ta"? Porque tendrá algún nombre, ¿o no?
- Pues has acertado en el "o no", porque su nombre no es un nombre, si no unas coordenadas en el mapa espacial.
¡¡¡Espacio......qué locura!!! Tenía que ser una broma, un sueño, ¡¡una pesadilla!! Seguro que había tenido un accidente y esto era una especie de delirio. ¡¡Eso es!! He tenido un accidente. Cuando despierte de esto tendré cosas que contar para reirnos un rato familia y amigos. ¡¡Qué barbaridad!!😧
Acabé el brebaje relajante y al cabo de unos momentos vino mi potencial guía turístico.
Me encontró más relajado, especialmente porque ya había aceptado que estaba viviendo algo relacionado con un traumatismo agudo por el accidente de coche.
- ¡Vaya!, qué sonriente y tranquilo te encuentro. ¿A que te ha dado buen resultado la infusión? Son una hierbas estupendas; las cultivo yo mismo en mi jardín. ¡Ea!, vayámonos a dar esa vuelta por el lugar.
Como si en una nube flotase comencé a caminar. Me sentía incluso algo ido, adormilado. Notaba que tuviese un gesto tontamente sonriente. Caminábamos a la par.
- Y... ¿cómo se supone que se llama este "pla-ne-ta"? Porque tendrá algún nombre, ¿o no?
- Pues has acertado en el "o no", porque su nombre no es un nombre, si no unas coordenadas en el mapa espacial.
- Jajajajajaja. Seguimos igual ¿eh?. Igual de incrédulo.
- Bueno, hombre, si eso te tranquiliza está bien. Siendo así, al menos, disfruta de tus ensoñaciones como si fuesen reales. Puedo asegurarte que te vas a sorprender. Te va gustar.
Caminaba junto a él sin darme cuenta de por donde íbamos.
- ¿Cómo te llamas? Me gustaría llamarte por tu nombre en vez de decir: oye, tú
- Héctor. ¿Y tú?
- ¡¡Anda, mira que bien!! En mi país existe el típico Juan Español. Una especie de modelo de lo que es un español de clase media. ¡Qué casualidad que te llames Juan! - (cuando despierte he de ir al psicólogo, sino al psiquiatra)😧
Salimos del bar. Giramos a la derecha y comenzamos a caminar lentamente,paseando.
Hacía un día realmente bueno. Antes del "acontecimiento" era primavera, y aquí parecía que también lo fuese.
La gente con la que nos cruzábamos seguía teniendo el semblante de paz y felicidad. Por esa razón, tan chocante para mí, le comente a mi guía, Juan.
- Oye, Juan, he observado que la gente de aquí parece muy tranquila y feliz. ¿Es sensación mía, o realmente lo son?
- No te equivocas en tu observación, Héctor. Aquí somos todos felices. Sin excepción alguna. No tenemos motivos para ser infelices, ni los buscamos...
- En, bueno..., donde tu vives es fácil encontrarse problemas porque muchos de ellos os los creías vosotros mismos.
- Llevas algo de razón. Todos buscamos la felicidad desesperadamente y tal vez por eso no la encontremos.
Nos paramos ambos. Hice lo que decía. Miré a mi alrededor.
- Veo que vuestro estilo de vivienda es muy parecido al que salen en las películas americanas. Con casas bajas ajardinadas... . Mmmm...por cierto: ¿Qué materiales empleáis para la construcción?
Como puedes ver, en esta manzana por la que caminamos ahora son todas de madera y con tejados a dos aguas. Además tienen todas jardín exterior y, estas en particular, piscinas individuales en patio interior.
Otras manzanas son distintas. Pero todo es por manzanas para guardar una estética natural.
Todas tiene algo de jardín. Otras tienen huerto solamente. Y otras ambas cosas. Incluso animales de granja en pequeñas cantidades: unas gallinitas, un cerdito, y poco más.
La otra Utopía I
PARTE I
¡¡¡DÓNDE ESTOY!!!
Las escaleras acababan en una amplia terraza semicubierta desde la que se divisaba gran parte de la ciudad y otras torres similares como en la que yo me encontraba. Eran estas las únicas construcciones que sobresalían en el paisaje urbano.
Casas bajas, plantas, árboles, farolas, fuentes de agua potable y ornamentales, grandes superficies de cultivos, algunos edificios amplios que podrían ser públicos, bancos para sentarse, autobuses y bicicletas. ¡¡¡Ni un automóvil particular!!!
Eso divisé desde la torre. Pero nada significativo para ubicarme.
Paseando, mientras disfrutaba de tan agradable ciudad, sentí hambre y busqué un restaurante o un bar para picar algo. Me resultó difícil porque no abundaban.
Encontré una casa de comidas. Olía de maravilla. Pasé y me saludaron con palabras que no entendí, pero que imaginé un “buenos días”.
Ante la imposibilidad de decirle al camarero claramente qué quería, puesto que tampoco entendía la carta, se sonrió y me ofreció un pequeño auricular, y él, a su vez, se puso otro.
¡¡Milagros de la ciencia!! Nos entendíamos ambos perfectamente. No entendía lo que hablaban las demás personas del bar porque ellos no llevaban auricular, pero con el camarero no tuve ningún problema.
Me explicó en qué consistía cada plato que yo le preguntaba.
Para simplificar un poco le dije qué me apetecería tomar:
- .Me comería un pincho de tortilla de patata con pan y un café con leche.
Entró en la cocina y me sacó lo que le pedí.
Se quedó conmigo, apoyado en el mostrador y mirándome con interés.
- ¿De dónde eres?
- De Madrid, aunque actualmente no vivo allí.
- ¿Madrid?... A ver…
Cogió una tablet que tenía a su lado y debió de consultar dónde estaba esa ciudad.
- Ah!! Un poco lejos de tu casa estás. Eso es en Gea.
- No, está en España. En el centro del país. Aunque ahora vivo en Sevilla, también de España.
- Bueno, da igual. Aquí somos bastante cosmopolitas.
- ¿Qué ciudad es esta? Estoy bastante perdido. Esta mañana salí de casa, me puse a conducir y, la verdad, estoy un poco asustado porque no sé qué me ha pasado. De repente me encuentro en un lugar extraño para mí. País extranjero ha de ser porque no entiendo el idioma. No sé que ha sucedido. Es como si hubiese despertado sin haberme dado cuenta de que estaba dormido, ni de cuando me dormí.
- Jajajajajajajaja…. -se rió el hombre- ¡¡¡En un país extranjero!!! ¡¡Si sólo fuese eso…!!
El hombre me miró con cara benevolente y comprensiva y me dijo:
- No te asustes. Esto es cosa de los gobiernos y sus máquinas transportadoras. Tal vez quieran que veas nuestra forma de vida, nada más.
- ¡¡Poco me tranquilizan tus palabras!!😧 ¿Dónde estoy? ¿Qué país es este? ¿Estoy en Europa al menos?
- Jajajajajajajaja….¡¡¡UN POCO MÁS LEJOS!!! Pero tranquilo porque no nos comemos a nadie. Aunque en tu mundo penséis que sí.
- ¿En… mi mundo?... … ¡¡Me asustas!!
- Sí, en tu mundo, tu planeta, la Tierra, Gea
Si en ese momento me hubiesen pinchado no habrían encontrado más que hielo
- Perdón: ¿Me estás tomando el pelo? No creía que tuvieseis el mal gusto de cachondearos de los "turistas forzosos"…Me parece "fa - tal" que utilices la conversación sincera para burlarte de mí.😕
- Disculpa, buen hombre. No me estoy riendo de ti aunque, sinceramente, me resulta curiosa la situación, por desgracia, bastante habitual últimamente. No eres el único en tu misma situación. La población nos hemos quejado de estas prácticas, pero nos han dicho que es por el bien de vuestra civilización, de vuestro planeta y de vuestro sistema solar…
- ¡¡¡¡PARA, PARA, PARA!!!! Esto ya me parece una puta broma demasiado pesada; y perdona la expresión que tal vez no conozcáis en tu puto planeta.
El hombre volvió a poner ese gesto de amable comprensión.
- Comprendo tu enfado. No tengo la culpa de lo que te pasa, pero te voy a ayudar a comprender esta realidad que te parece tan onírica e irracional.
- ¿Y cómo piensas explicarte? ¿Cómo podré quitarme este desasosiego que llevo dentro? Estoy que me subo por las paredes. Como puedes comprender, esto no me sucede todos los días. ¿No será un sueño? Espera que me pellizco… ¡¡¡qué absurdo!!! Eso no sirve para nada, si es un sueño tampoco me voy a despertar aunque lo haga.
- Bien. Tranquilo. Tómate estas hierbas relajantes, parecidas a la Valeriana de tu planeta, cuando acabes tu almuerzo. Verás cómo te tranquilizas orgánicamente. Después de que acabes te mostraré nuestra civilización. Es similar a la vuestra y a la vez muy distinta.
Le hice caso. Me ofrecía confianza su mirada serena y bondadosa.
¡¡¡DÓNDE ESTOY!!!
No sé cómo llegué .
Desconcertado como estaba, caminé varias manzanas de casas. Y al principio, o final según se mire, del bulevar había una torre, de planta cuadrada, de unos diez metros de altura, toda de cristal opaco. En la puerta de la entrada un icono indicaba que era el mirador, de la ciudad.
Me angustié un poco porque tengo claustrofobia, pero era la mejor forma de hacerme a la idea de en dónde me encontraba. Pensé que habría que subir en ascensor: eran demasiados metros para subir por escaleras. Aún así empujé la puerta de cristal y entré.
Me llevé una gran sorpresa cuando vi que había ascensor y escaleras mecánicas. Nada más poner el pié en el primer peldaño las escaleras se activaron. Se veía un paisaje agradable. Todo verde, salpicado de rojizos tejados, macizos de flores, fuentes.
Desconcertado como estaba, caminé varias manzanas de casas. Y al principio, o final según se mire, del bulevar había una torre, de planta cuadrada, de unos diez metros de altura, toda de cristal opaco. En la puerta de la entrada un icono indicaba que era el mirador, de la ciudad.
Me angustié un poco porque tengo claustrofobia, pero era la mejor forma de hacerme a la idea de en dónde me encontraba. Pensé que habría que subir en ascensor: eran demasiados metros para subir por escaleras. Aún así empujé la puerta de cristal y entré.
Me llevé una gran sorpresa cuando vi que había ascensor y escaleras mecánicas. Nada más poner el pié en el primer peldaño las escaleras se activaron. Se veía un paisaje agradable. Todo verde, salpicado de rojizos tejados, macizos de flores, fuentes.
Las escaleras acababan en una amplia terraza semicubierta desde la que se divisaba gran parte de la ciudad y otras torres similares como en la que yo me encontraba. Eran estas las únicas construcciones que sobresalían en el paisaje urbano.
Casas bajas, plantas, árboles, farolas, fuentes de agua potable y ornamentales, grandes superficies de cultivos, algunos edificios amplios que podrían ser públicos, bancos para sentarse, autobuses y bicicletas. ¡¡¡Ni un automóvil particular!!!
Eso divisé desde la torre. Pero nada significativo para ubicarme.
Paseando, mientras disfrutaba de tan agradable ciudad, sentí hambre y busqué un restaurante o un bar para picar algo. Me resultó difícil porque no abundaban.
Encontré una casa de comidas. Olía de maravilla. Pasé y me saludaron con palabras que no entendí, pero que imaginé un “buenos días”.
Ante la imposibilidad de decirle al camarero claramente qué quería, puesto que tampoco entendía la carta, se sonrió y me ofreció un pequeño auricular, y él, a su vez, se puso otro.
¡¡Milagros de la ciencia!! Nos entendíamos ambos perfectamente. No entendía lo que hablaban las demás personas del bar porque ellos no llevaban auricular, pero con el camarero no tuve ningún problema.
Me explicó en qué consistía cada plato que yo le preguntaba.
Para simplificar un poco le dije qué me apetecería tomar:
- .Me comería un pincho de tortilla de patata con pan y un café con leche.
Entró en la cocina y me sacó lo que le pedí.
Se quedó conmigo, apoyado en el mostrador y mirándome con interés.
- ¿De dónde eres?
- De Madrid, aunque actualmente no vivo allí.
- ¿Madrid?... A ver…
Cogió una tablet que tenía a su lado y debió de consultar dónde estaba esa ciudad.
- Ah!! Un poco lejos de tu casa estás. Eso es en Gea.
- No, está en España. En el centro del país. Aunque ahora vivo en Sevilla, también de España.
- Bueno, da igual. Aquí somos bastante cosmopolitas.
- ¿Qué ciudad es esta? Estoy bastante perdido. Esta mañana salí de casa, me puse a conducir y, la verdad, estoy un poco asustado porque no sé qué me ha pasado. De repente me encuentro en un lugar extraño para mí. País extranjero ha de ser porque no entiendo el idioma. No sé que ha sucedido. Es como si hubiese despertado sin haberme dado cuenta de que estaba dormido, ni de cuando me dormí.
- Jajajajajajajaja…. -se rió el hombre- ¡¡¡En un país extranjero!!! ¡¡Si sólo fuese eso…!!
El hombre me miró con cara benevolente y comprensiva y me dijo:
- No te asustes. Esto es cosa de los gobiernos y sus máquinas transportadoras. Tal vez quieran que veas nuestra forma de vida, nada más.
- ¡¡Poco me tranquilizan tus palabras!!😧 ¿Dónde estoy? ¿Qué país es este? ¿Estoy en Europa al menos?
- Jajajajajajajaja….¡¡¡UN POCO MÁS LEJOS!!! Pero tranquilo porque no nos comemos a nadie. Aunque en tu mundo penséis que sí.
- ¿En… mi mundo?... … ¡¡Me asustas!!
- Sí, en tu mundo, tu planeta, la Tierra, Gea
Si en ese momento me hubiesen pinchado no habrían encontrado más que hielo
- Perdón: ¿Me estás tomando el pelo? No creía que tuvieseis el mal gusto de cachondearos de los "turistas forzosos"…Me parece "fa - tal" que utilices la conversación sincera para burlarte de mí.😕
- Disculpa, buen hombre. No me estoy riendo de ti aunque, sinceramente, me resulta curiosa la situación, por desgracia, bastante habitual últimamente. No eres el único en tu misma situación. La población nos hemos quejado de estas prácticas, pero nos han dicho que es por el bien de vuestra civilización, de vuestro planeta y de vuestro sistema solar…
- ¡¡¡¡PARA, PARA, PARA!!!! Esto ya me parece una puta broma demasiado pesada; y perdona la expresión que tal vez no conozcáis en tu puto planeta.
El hombre volvió a poner ese gesto de amable comprensión.
- Comprendo tu enfado. No tengo la culpa de lo que te pasa, pero te voy a ayudar a comprender esta realidad que te parece tan onírica e irracional.
- ¿Y cómo piensas explicarte? ¿Cómo podré quitarme este desasosiego que llevo dentro? Estoy que me subo por las paredes. Como puedes comprender, esto no me sucede todos los días. ¿No será un sueño? Espera que me pellizco… ¡¡¡qué absurdo!!! Eso no sirve para nada, si es un sueño tampoco me voy a despertar aunque lo haga.
- Bien. Tranquilo. Tómate estas hierbas relajantes, parecidas a la Valeriana de tu planeta, cuando acabes tu almuerzo. Verás cómo te tranquilizas orgánicamente. Después de que acabes te mostraré nuestra civilización. Es similar a la vuestra y a la vez muy distinta.
Le hice caso. Me ofrecía confianza su mirada serena y bondadosa.
lunes, 26 de octubre de 2015
¿CUÁNDO DEJÓ LA TIERRA DE PERTENECER A LOS HOMBRES?
ELLOS... DECÍAN QUE LA TIERRA NO PERTENECE A NADIE
ENMUDECIERON SUS BOCAS.
domingo, 20 de abril de 2014
LA VIDA ES BELLA
La vida es bella; no sé por qué nos empeñamos tantas veces en afearla.
Cierto que cuando nos sucede una desgracia todo se nos transforma en una auténtica porquería.
Están la enfermedad y la muerte; cosas inevitables. Sin embargo, no tendrían que existir la miseria, la pobreza, el hambre, el desamparo. De ello somos los humanos los únicos y directos responsables.
Muchos de nuestro género no se dan cuenta de que todos somos vulnerables a la enfermedad y que ninguno escapamos de la Parca.
La vida es bella, y ha encontrado el modo de hacernos a todos iguales, ya que nosotros siempre marcamos la diferencia...con enormes diferencias.
Olvido
20 Abril 2014
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